Isla Hard Core
ROCK EN SALSA
Garrote Vil : En su música no existe el refugio para la evasiva balada, y la ambigüedad solo se asoma, de ironía, en las letras.
Una abigarrada gira subterránea se arrimó por acá la semana pasada, haciéndole honor a su pregonada naturaleza. Tenía tiempo que un grupo de rock con coraje no tiraba el ancla en estas orillas y finalmente el combo de hard-core canario más representativo lo hizo. Garrote Vil, formación de casi cinco años de eructada por un volcán isleño le dijo sí al asunto y en muy poco rato armó un tour autofinanciado, no olvi- dando colgarle un letrerito: "Alzados... contra el et- nocidio" Latinoamérica 96.
Garrote alcanzó en su poco publicitado paseo, sonar tres veces en Caracas. El criticado Día de la Raza para los pudientes en Doors, alborotó el panal punk que hay en el Oeste el día siguiente en una escuela de San Martín. Después de disertar sobre la conexión entre "Rock y Política" el lunes 14 en la UCV, se brindó ante los estudiantes, empantanado entre el mal montaje sónico en el martes 15 de octubre. Gas- taron caucho para bajar tensiones en el litoral -Núcleo USB-, llegando hasta los confines venezolanos para actuar en una hacienda de San Cristóbal junto a los entes locales Los Residuos y Tiempo Zero, y al regresar pararon en Barquisimeto para hacerlo de nuevo frente a los universitarios de la Politécnica.
En sólo una semana esta combativa gente borró las marcas de otros ibéricos como Paloma San Basilio o Rocío Durcal, doñas que se bajan en Maiquetía con la misma facilidad con que despachan una limonada. En siete días, siete veces enseñó la cruda cara de la realidad esta célebre agrupación, que acaba de presentar su primer álbum digital con un para nada optimista título: "De sol a sol... desolación", denotativo del contenido radical y militante que caracteriza a los Garrote.
Ellos empezaron en 1991 y en el camino hasta acá han dejado regado el camino con petardos de rebelión encajados mayoritariamente en cassettes -el formato más cómodo para el bolsillo del libre pensador punk- y en uno que otro trabajo recopilatorio en disco. "Ja... ejecutando el sistema", "En crudo" o "Carroña... una prosopopeya musical", dan un manotazo sobre cualquier duda, ellos son hard core rápido y certero, guitarras adelante y voces acusadoras.
En su musica no existe el refugio para la evasiva balada, y la ambigüedad solo se asoma, de ironía, en las letras.
Garrote alcanzó en su poco publicitado paseo, sonar tres veces en Caracas. El criticado Día de la Raza para los pudientes en Doors, alborotó el panal punk que hay en el Oeste el día siguiente en una escuela de San Martín. Después de disertar sobre la conexión entre "Rock y Política" el lunes 14 en la UCV, se brindó ante los estudiantes, empantanado entre el mal montaje sónico en el martes 15 de octubre. Gas- taron caucho para bajar tensiones en el litoral -Núcleo USB-, llegando hasta los confines venezolanos para actuar en una hacienda de San Cristóbal junto a los entes locales Los Residuos y Tiempo Zero, y al regresar pararon en Barquisimeto para hacerlo de nuevo frente a los universitarios de la Politécnica.
En sólo una semana esta combativa gente borró las marcas de otros ibéricos como Paloma San Basilio o Rocío Durcal, doñas que se bajan en Maiquetía con la misma facilidad con que despachan una limonada. En siete días, siete veces enseñó la cruda cara de la realidad esta célebre agrupación, que acaba de presentar su primer álbum digital con un para nada optimista título: "De sol a sol... desolación", denotativo del contenido radical y militante que caracteriza a los Garrote.
Ellos empezaron en 1991 y en el camino hasta acá han dejado regado el camino con petardos de rebelión encajados mayoritariamente en cassettes -el formato más cómodo para el bolsillo del libre pensador punk- y en uno que otro trabajo recopilatorio en disco. "Ja... ejecutando el sistema", "En crudo" o "Carroña... una prosopopeya musical", dan un manotazo sobre cualquier duda, ellos son hard core rápido y certero, guitarras adelante y voces acusadoras.
En su musica no existe el refugio para la evasiva balada, y la ambigüedad solo se asoma, de ironía, en las letras.
Independencia canaria, insumisión ante el servicio militar obligatorio, solidaridad con las minorías, de la pluma de Ramón González, un severo solista, solo despegan mísiles que hablan de descontento social o de torvos celajes soltados por el establisment occidental. La semana pasada GARROTE VIL provocó que esos mensajes lanzados con rabia encontraban el perfecto guante de catcher en este macro mundo latinoamericano.
Prodigiosamente el lenguaje del punk de las Canarias (y no hablo el idioma) es similar al local, la diana de las reivindicaciones se antoja casi uniforme y así, el prototipo de persona critica respondió plenando casi sitio en que se aparecieron los españoles casi de incógnito. En la UCV, Garrote Vil dio lo que sé definió como el “concierto mas corto de la historia del grupo”, con solo doce temas interpretados en la plaza cubierta, en horas de la noche, tiempo en los que los encargados de seguridad decidieron cumplir con su atávico papel, desalojando al frenético personal.
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